“No existe camino para la paz, la paz es el camino”
A. J. Muste
Esta afirmación, repetida frecuentemente por aquellos que se suman a la lucha por la paz, expresa un aspecto metodológico central: la relación que debe existir entre los medios y los fines en toda actividad pacifista. Es decir, los medios son embriones de los fines, como repetía Gandhi, o los fines están arraigados en los medios. Así, los únicos medios eficaces y auténticos para la construcción de la paz son aquellos que por si solos son señales de paz. Entre esos medios, se destaca el de la no violencia.
Gandhi centro su método no violento en dos conceptos clave: ahimsa y satyagraha.
Ahimsa es el rechazo de toda violencia. “La no violencia es el primer articulo de fe y el último de mi credo”, decía. Gandhi se rehusaba a creer que era necesario recurrir a la violencia para combatir la violencia, porque entendía que corría el riesgo de producir un efecto contrario al que pretendía, fortaleciendo aun mas la cadena de violencia. Responder a la violencia con violencia es entrar en su lógica, y afirmarla. Por eso decía: “La no violencia en su forma mas activa es la buena voluntad hacia todo lo que vive. Es el amor perfecto.”
Habiendo renunciado a la violencia, Gandhi recurre otra fuerza para reemplazarla: la satyagraha. “Satya (verdad) implica amor y agraha (firmeza) sirve como sinónimo de fuerza – explica. Así, denomine al movimiento hindú satyagraha, es decir, ‘fuerza que nace de la verdad y el amor’ . Su significado fundamental es la adhesión a la verdad y, por consiguiente, la fuerza de la verdad. También lo llame fuerza del amor o fuerza del alma”. Por eso, la no violencia propuesta por Gandhi se llama no violencia activa o de firmeza permanente. Quien no utiliza la violencia no es necesariamente no violento. Para serlo es preciso buscar la justicia a través de la verdad.
Las normas satyagraha de Ghandi pueden incluirse entre todos los nuevos instrumentos de la paz y la justicia. E aquí algunas de las frases que solía repetir:
“Deje que ahimsa guíe a todos sus pensamientos y preocupaciones!
¡Identifíquese con amor con aquel a quien usted se opone!
¡Su lucha no debe ser en contra de algo, sino por un objetivo positivo!
¡Ofrezca a su adversario una señal de verdad!
¡De el primer paso!
¡Nunca juzgue a su oponente ni a cualquier otra persona mas duramente que a usted mismo!
¡No mate!
¡No fuerce a su oponente, ayúdelo a cambiar su corazón, conquístelo para el bien!
¡Luche contra la injusticia y la mentira pero nunca contra las personas!
¡No saque ventaja de la sinceridad del adversario!
¡Este dispuesto a hacer sacrificios!
¡Intente entender el punto de vista de su oponente! ¡Sea leal hasta donde puede!
¡Nunca cometa sabotajes!
¡Considere la cobardía tan terrible como la violencia!
Esta afirmación, repetida frecuentemente por aquellos que se suman a la lucha por la paz, expresa un aspecto metodológico central: la relación que debe existir entre los medios y los fines en toda actividad pacifista. Es decir, los medios son embriones de los fines, como repetía Gandhi, o los fines están arraigados en los medios. Así, los únicos medios eficaces y auténticos para la construcción de la paz son aquellos que por si solos son señales de paz. Entre esos medios, se destaca el de la no violencia.
Gandhi centro su método no violento en dos conceptos clave: ahimsa y satyagraha.
Ahimsa es el rechazo de toda violencia. “La no violencia es el primer articulo de fe y el último de mi credo”, decía. Gandhi se rehusaba a creer que era necesario recurrir a la violencia para combatir la violencia, porque entendía que corría el riesgo de producir un efecto contrario al que pretendía, fortaleciendo aun mas la cadena de violencia. Responder a la violencia con violencia es entrar en su lógica, y afirmarla. Por eso decía: “La no violencia en su forma mas activa es la buena voluntad hacia todo lo que vive. Es el amor perfecto.”
Habiendo renunciado a la violencia, Gandhi recurre otra fuerza para reemplazarla: la satyagraha. “Satya (verdad) implica amor y agraha (firmeza) sirve como sinónimo de fuerza – explica. Así, denomine al movimiento hindú satyagraha, es decir, ‘fuerza que nace de la verdad y el amor’ . Su significado fundamental es la adhesión a la verdad y, por consiguiente, la fuerza de la verdad. También lo llame fuerza del amor o fuerza del alma”. Por eso, la no violencia propuesta por Gandhi se llama no violencia activa o de firmeza permanente. Quien no utiliza la violencia no es necesariamente no violento. Para serlo es preciso buscar la justicia a través de la verdad.
Las normas satyagraha de Ghandi pueden incluirse entre todos los nuevos instrumentos de la paz y la justicia. E aquí algunas de las frases que solía repetir:
“Deje que ahimsa guíe a todos sus pensamientos y preocupaciones!
¡Identifíquese con amor con aquel a quien usted se opone!
¡Su lucha no debe ser en contra de algo, sino por un objetivo positivo!
¡Ofrezca a su adversario una señal de verdad!
¡De el primer paso!
¡Nunca juzgue a su oponente ni a cualquier otra persona mas duramente que a usted mismo!
¡No mate!
¡No fuerce a su oponente, ayúdelo a cambiar su corazón, conquístelo para el bien!
¡Luche contra la injusticia y la mentira pero nunca contra las personas!
¡No saque ventaja de la sinceridad del adversario!
¡Este dispuesto a hacer sacrificios!
¡Intente entender el punto de vista de su oponente! ¡Sea leal hasta donde puede!
¡Nunca cometa sabotajes!
¡Considere la cobardía tan terrible como la violencia!
La no violencia se presenta como un camino que une el cambio personal y la transformación social. Es famosa la máxima gandhiana que dice: “sea usted el cambio que desea para el mundo”, refiriéndose al cambio personal que trae aparejado la no violencia. Ésta es, en primer lugar, un estilo de vida. Por otra parte, como se observa en tantas practicas, constituye una transformación de la sociedad. Con frecuencia se tacha a la no violencia de idealista y utópica. Ilusoria es la violencia, que jamás cumple con lo que promete. La no violencia, ¡es partera de la historia!
Fragmento de el libro Aprender a educar para la paz, de Marcelo Rezende Guimaraes.
Fragmento de el libro Aprender a educar para la paz, de Marcelo Rezende Guimaraes.
1 comentario:
Seria bueno leer comentarios o saber si anduvieron x aca.
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